¿ Es perjudicial para la salud el Dióxido de Silicio?

Si bien los aditivos químicos se utilizan en prácticamente todas las industrias de la actualidad, es su uso en la producción de alimentos, medicamentos y cosméticos el que llama más la atención debido a su relación directa con el consumo humano.

Pero es justo durante la creación de un producto alimenticio en donde se debe prestar especial atención a lo que se incluye en la mezcla de ingredientes, ya que la inclusión de cualquier elemento que sea mínimamente perjudicial para los consumidores podría afectar no solo a su salud, sino también toda la cadena de producción, generando grandes pérdidas económicas y problemas legales.

Dicho esto, en el presente post hablaremos un poco acerca del dióxido de silicio, un aditivo muy utilizado en la industria alimentaria.

¿Qué es el dióxido de silicio?

El dióxido de silicio, también conocido como anhidrido silícico (SiO2) o sílice, es el resultado de la unión química entre el oxígeno y el silicio. Presentándose de forma cristalina, amorfa y amorfa sintética, este compuesto se encuentra comúnmente en las rocas y la arena.

En los humanos, puede encontrarse haciendo parte de algunos tejidos corporales en donde cumple funciones, al parecer, esenciales, aunque no del todo esclarecidas. También puede encontrarse en diversos alimentos de forma natural, tales como las verduras de hoja verde, los pimientos, la avena, remolacha, alfalfa y el arroz integral.

Uso como aditivo en los alimentos.

En la industria alimentaria, el dióxido de silicio tiene el nombre de E551, utilizándose principalmente como agente antiaglomerante o antiapelmazante, es decir, evita que los ingredientes se adhieran entre sí en presencia de humedad. Dicha propiedad se debe a su potencial para absorber el exceso de humedad, especialmente de productos en polvo y triturados. También puede utilizarse para conservar sabores y fragancias.

Algunos de los alimentos en los que se puede conseguir este compuesto químico, incluyen:

  • Sazonadores.
  • Especias.
  • Azúcar glas.
  • Edulcorantes.
  • Sales.
  • Harinas.
  • Arroz.
  • Pastas.
  • Cacao.
  • Té.
  • Sopas de sobre.
  • Quesos rallados.
  • Cerveza.
  • Dulces.
  • Suplementos nutricionales.

Seguridad y recomendaciones.

Si bien no se ha encontrado relación entre el consumo de productos alimenticios que contengan dióxido de silicio y el desarrollo de condiciones médicas, organizaciones como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no pueden exponer conclusiones al respecto, lo que amerita la realización de más estudios.

Sin embargo, la EFSA sugirió revisar algunos aspectos específicos del uso de este compuesto en la industria alimentaria, debido principalmente a la posibilidad de que algunas de sus partículas puedan ser más pequeñas que 100 nm, debiendo ser consideradas como nanopartículas.

La importancia de este detalle recae en el hecho de que se ha sugerido la aparición en animales de condiciones inflamatorias a nivel intestinal por el consumo de nanopartículas.

Además, aún no se sabe la ingesta diaria aceptable del E551, por lo que, aparte la incertidumbre respecto a sus posibles efectos negativos en el cuerpo humano, no existe evidencia que señale con claridad que su uso sea tóxico.

  1. Chen, L., Liu, J., Zhang, Y., Zhang, G., Kang, Y., Chen, A., Feng, X., & Shao, L. (2018). The toxicity of silica nanoparticles to the immune system. Nanomedicine (London, England), 13(15), 1939-1962. https://doi.org/10.2217/nnm-2018-0076
  2. Murugadoss, S., Lison, D., Godderis, L., Van Den Brule, S., Mast, J., Brassinne, F., Sebaihi, N., & Hoet, P. H. (2017). Toxicology of silica nanoparticles: An update. Archives of Toxicology, 91(9), 2967-3010. https://doi.org/10.1007/s00204-017-1993-y

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