¿Por qué evitar el dióxido de titanio (E171) en los suplementos?

Las industrias farmacéutica, cosmética y alimentaria tienden a utilizar aditivos, o bien elementos que se añaden a los productos, para conseguir ciertas características deseadas tanto por las empresas como por los consumidores.

Sin embargo, a veces, la inclusión de dichos aditivos trae consigo más problemas que beneficios, especialmente para la salud de los humanos, los consumidores finales en la mayoría de los casos.

Tal es el caso del dióxido de titanio, un aditivo que, debido a su potencial dañino, ha sido prohibido en la Unión Europea. Veamos más al respecto.

¿Qué es el dióxido de titanio?

El dióxido de titanio, conocido en la industria de la alimentación bajo el nombre de E171 y en la industria de la cosmética como CI 77891, es el resultado de la interacción entre el titanio, el noveno elemento químico más común en el planeta, y el oxígeno.

En relación a sus propiedades físicas, el dióxido de titanio es un pigmento blanco de alta calidad debido a su capacidad de reflejar la mayoría de la radiación electromagnética visible. Además, absorbe gran parte de la luz ultravioleta y es resistente a las altas temperaturas y a la exposición solar, manteniendo su color blanquecino y brillantez.

Debido a que es un material barato y muy abundante, este compuesto se incluye en una gran cantidad de formulaciones de productos industriales.

Dióxido de titanio: uso como aditivo.

Por poseer las características antes descritas, el dióxido de titanio puede encontrarse en pinturas y revestimientos, plásticos, adhesivos y caucho, papel, entre otros. Sin embargo, es su uso en los cosméticos y materiales que están en contacto con alimentos y productos alimenticios el que preocupa.

En la cosmética, el CI 77891 se incluye en productos dedicados a ocultar las imperfecciones de la piel, generando una mejor aplicación de los mismos. Es también usado en los protectores solares por su alta capacidad de absorción de la luz ultravioleta.

En los alimentos, el E171 es incluye entre los ingredientes como colorante para dar un color blanco brillante y opaco. Además, debido a que confiere resistencia a los efectos de la exposición solar, es usual encontrarlos en alimentos, bebidas y suplementos nutricionales, aumentando su durabilidad y evitando la degradación prematura. Por estos efectos, también puede encontrarse en los comprimidos y cápsulas de uso farmacéutico.

Problemas de salud relacionados.

Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), el uso de este compuesto es seguro en la industria de los cosméticos. Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) realizó una serie de evaluaciones relacionadas al uso del dióxido de titanio en la industria alimentaria, señalando su potencial perjudicial como aditivo alimentario.

Entre los problemas de salud con los que se relacionó se encontraron:

  • Producción elevada de radicales libres.
  • Alteraciones de la microbiota y barrera intestinal.
  • Generación de procesos inflamatorios persistentes.
  • Alteraciones a nivel inmunológico.
  • Daño hepático y renal.
  • Injuria celular y daño del ADN.
  • Aumento del riesgo carcinogénico.

La EFSA resalta su capacidad de acumularse en el organismo, así como su genotoxicidad, o bien la posibilidad de producir alteraciones en el material genético de las células, lo que, a la larga, podría conducir al desarrollo de cáncer.

Debido a estos hallazgos, la EFSA decidió prohibir el uso del E171 en los productos con fines alimentarios en todos los países de la Unión Europea. 

Evidentemente en PNyS revisamos cada lista de ingredientes antes de poner a la venta el suplemento para evitar todos aquellos que contienen el dióxido de titanio que es tan perjudicial para nuestra salud.

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